9 de diciembre de 2017
Hospital Penitenciario Central (HPC) – Marcos Paz
Compañeros míos, colegas
Yo sé a esta altura que el hecho de llamarlos “compañeros” o “colegas” los ha descolocado y sorprendido a veces; pero también sé que fuimos aprendiendo que esos cuatrimestres en que recorríamos textos, reflexiones y análisis, sirvieron invariablemente a identificarnos como compañeros y colegas.
Hoy les escribo desde esta celda del HPC de Marcos Paz, de 4x2, sórdida y árida. Quiero aportarles algo que de seguro ya abordaremos en clase, pero me interesa puntualizar.
Hemos hablado de política internacional y fuimos admitiendo la naturaleza del imperialismo; la tendencia histórica de su declinación; el guerrerismo y la caotización; los experimentos de nuevas formas de dominación como las nuevas derechas. Vimos en Historia de Nuestra América que la historia no pasa porque sí, que la hacen los pueblos.
Hablamos de la incorporación al capitalismo periférico, del modelo agrominero exportador. Vimos el desarrollo de la clase trabajadora y vimos como el Estado y las clases dominantes acometieron trágicas masacres como Río Blanco, Iquique o la Patagonia.
También vimos los momentos de gobiernos populares y las reacciones furibundas contra éstos.
Fundamentalmente, como intelectuales en formación (esto de “en formación” es la cualidad del ser intelectual) comprendimos que somos presente y que somos sujetos de la historia.
Entonces, aún en momentos de oscuridad, en tiempos de posverdad, su rol como estudiantes, como intelectuales, es fundamental. Deben, tienen que convertirse en batalladores de otro sentido común. No demos nada por sobreentendido ni pensemos que no vale la pena dar el debate en tal lugar o a tal persona. Hay que batallar! Hay que decir a viva voz lo que está pasando; hay que pedir explicaciones y no conformarse.
Esto que me toca vivir junto a un puñado de compañeros se trata de una revancha, de ninguna otra cosa. Se trata de infundir miedo. La única lucha que se pierde es la que se abandona. No decretemos la derrota!
En cuanto a lo que dije: solo la verdad nos hará libres.
Amigos, si puede escriban. Los que sientan que tal o cual repertorio puede ayudar que no dude en transitarlo. Pero de lo que ninguno tiene que tener dudas es del formidable poder, de la potencia incontenible que tiene el boca en boca, la propia voz, nuestra verdad, con el espíritu de Walsh cuando proponía la prensa clandestina.
Los llamados “periodistas”, esa caterva de operadores macristas, se mofan y se espantan de que ustedes hayan tenido un profesor como yo. No se espantan y saludan que pueda dar clases Cavallo, Sturzenegger y cía. Ustedes, solo ustedes, tiene que hablar de eso. Yo puedo corregirme, pero no puedo rendirme ni traicionarme.
Saludo a mi Facultad de Periodismo de la UNLP como un emblema que no casualmente asquea a los mediocres cínicos.
Abrazo!
Fernando Esteche
Doctor en Comunicación Social
Profesor Titular de Relaciones Internacionales
Profesor de Historia de América Latina
Profesor del Seminario Nuevas Derechas
Hasta cuando aguantaran a este gobierno, son los mayores delincuentes y siguen enganando y robando sin problemas. Ver el arresto a Esteche, gente de civil, actuando como si estuvieran frente a un asesino, dan asco.
Espero que los estudiantes conociendolo actuen, reflexionen y se den cuanta donde esta el enemigo!